martes, 30 de julio de 2024

Lo de Julio

 Termina mi primer mes de julio como profesor, o lo que es lo mismo, mis primeras vacaciones escolares desde que acabé la universidad. El 28 de junio cerraba las puertas el colegio donde trabajo hasta el 1 de septiembre, fecha en la que comienza el nuevo curso 24-25. Todo ha pasado demasiado rápido. Cuatro semanas en las que había un checklist que cumplir (todavía no se ha cumplido) para irme de Barcelona tranquilo todo el mes de agosto.

 Las mañanas las he cubierto con encargos que aún conservo como freelance para algunas marcas. Diseño, redacción y paid media me mantenían ocupado al menos hasta las 12 del mediodía, momento en el que solía acercarme al mercado para innovar con mi receta del día. He cocinado algunos platos interesantes, ninguno brillante. Aunque me quedo con un rape con almejas y espárragos que sentó cátedra en esta cocina. De las tardes largas y calurosas se ha encargado Filmin, la piscina de mis suegros y la de Roque, que siempre terminaban con unas cervezas fresquitas en la terraza, un ukelele desafinado y algo de música improvisada.

El segundo fin de semana nos visitaron mis padres y el tercero vino Goyo desde Madrid huyendo de la primera ola de calor del verano. Vimos El resplandor en el cine a la fresca de Montjuic, nos marcamos una paella en el puerto de Aiguadolç y terminamos la noche brindando en la azotea del hotel The Corner enfrente de casa. Refundamos el mundo por unas horas, nos emborrachamos de amistad y dejamos claro que seremos jóvenes mucho tiempo. 

La última semana cambié el calor y el ruido de la ciudad por el aire fresco y las noches despejadas de la montaña. Seis días de escapada con amigos en Biescas sin otro plan que madrugar para hacer excursiones y alargar las madrugadas con vino y cerveza. Lo primero lo cumplí a pesar de que no entraba en mis planes caminar rutas de 7 horas a 2.800 metros de altitud. En lo segundo, lo de las madrugadas, me quedé en el primer punto de avituallamiento. Supongo que fue por mal de altura, o por falta de entrenamiento. El caso es que durante estos días con Cucho, Quique, Roque, Gascón y Carreras, han quedado claras unas cuantas cosas que conviene dejar por escrito:

- Para calcular tu límite de pulsaciones tienes que restar tu edad a 220, o subir al refugio de Góriz en verano, del tirón y sin entrenar. Comprobado por Ignacio Carreras.

- Siempre se hace corto de cervezas y siempre hay un último bar que cerrar. Aunque sea el único Irish Pub con música cubana de todo el Pirineo.

- Se puede teletrabajar desde la Cola de Caballo, en el Parque Nacional de Ordesa para ser más exactos. Enrique Guillén lo constató.

- La mejor tortilla de patata de Ricardo Malumbres no lleva cebolla, porque la tortilla de patata no lleva cebolla. Amén.

- Para estar limpio hay que ducharse entre 3 y 5 veces al día, dependiendo de los chombitos en la piscina y del esfuerzo físico que uno haga. Así lo cumple Dani Gascón.

- Ir al Pirineo con amigos "en plan detox" es la mayor mentira que nos podemos contar. Demostrado y experimentado por todos. 

Al año que viene más y mejor. Feliz mes de agosto.


4 comentarios:

  1. Que tienes que ponerte a escribir ya lo he constaté hace tiempo, pero qué maravilla de resumen. Gracias!!

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  2. Anónimo31/7/24

    Feliz verano bro y sigue contándonos tus aventuras, que me encanta leerte 🥰

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    1. Dame alguna pista de quién eres jajaja

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